La cocina tradicional maya más viva que nunca, a pesar de los cambios en la forma de vida de las comunidades
- En la publicación se refleja la cosmovisión y la relación de los ciclos agrícolas como parte de la preparación de los platillos y bebidas de este pueblo indígena
- La presentación editorial se llevará a cabo este domingo 26 de noviembre, a las 13:30 horas en el Museo Nacional de Culturas Populares
El pozole chorriado, el chechak de venado, las porretas tostadas y el dulce de pepita chica de calabaza son sólo algunas de las 65 preparaciones culinarias escritas en el Recetario maya de Campeche, que se presentará este domingo 26 de noviembre, a las 13:30 horas, como parte de la tercera edición de la Feria del Libro de Cocina Tradicional (FLICO), en el Museo Nacional de Culturas Populares.
En este recetario maya se reúnen los saberes de una docena de cocineras de la comunidad de Dzitbalché, municipio de Calkiní, en Campeche, que revelan al lector el significado entre la madre Tierra y las costumbres y tradiciones de esta comunidad maya. Este trabajo es un rescate de la cocina indígena y que hoy se convierte en un legado escrito para las futuras generaciones.
La iniciativa de esta obra surgió con el apoyo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), impulsada por la Dirección General de Culturas Populares en 1995. Ahora, forma de la Colección de Cocina Indígena y Popular, número 72, de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura, entidad que organiza esta fiesta de las letras y los sabores.
Doña Sofía May Dzib, reconocida dentro de su comunidad por su sazón, es una de las mujeres que compartieron la mayoría de las recetas plasmadas en las páginas de este libro, y aunque ya falleció, sus hijas María Juana y Fausta Margarita Caamal May, convocadas a esta presentación editorial, aseguran que su madre se sentiría orgullosa de que estos conocimientos heredados de sus antepasados estén al alcance del público en general.
Comentan que la conformación de esta obra surgió para dar a conocer que la cocina maya va más allá del aspecto gastronómico, pues también se ven involucrados elementos de religiosidad y rituales que continúan vigentes, reflejo de su cosmovisión y de los conocimientos de los ciclos agrícolas. Para el pueblo maya la cocina es factor de identidad y también un espacio donde las enseñanzas se trasmiten de mujeres a niñas.
Es por lo anterior que María Juana y Fausta Margarita señalaron que en este recetario también se explica el significado y las prácticas que se realizan para las comidas dedicadas a los dioses del monte, los alimentos que se consumen durante la celebración de los santos patronos o durante la ceremonia del “Jetsmek”. Aquellos que se ingieren después de un parto o cuando hay escasez de maíz y otros más, relacionados con la medicina tradicional para curar diversos padecimientos.
El texto está dividido en Bebidas y Atoles, Alimentos preparados con animales que se cazan en el monte y otras carnes, Alimentos con base en vegetales y leguminosas, Dulces típicos y Alimentos que se consumen de acuerdo con las costumbres y creencias del pueblo maya.
Las hijas de doña Sofía May Dzib aseguraron que la cocina tradicional maya está más viva que nunca, a pesar de los continuos cambios en la forma de vida de las comunidades, resultado de la modernidad. Las nuevas generaciones buscan conservar su esencia, pues como en el caso de María Juana y Fausta, representa mantener vivo el recuerdo de su madre a través de sus guisos y bebidas que hoy ellas llevan a sus mesas.